Rebekah-Delgado-Dont-SleepLa ex The last Army deja atrás a la banda de su vida y se embarca en un periplo en solitario que nos la muestra con un grado de intimismo y solemnidad a los que no nos tenía acostumbrados. ‘Don’t sleep’ ha tardado en nacer, ha sido un parto complicado y trabajoso para la pelirroja de Candem, pero los esfuerzos han dado sus frutos en forma de once exquisiteces que hacen honor a la profesión que Rebekah lleva a gala en sus tarjetas de visita, la de artesana de canciones. Cada corte de este LP nacido a la luz del insomnio ha sido cincelado con el cariño y la pericia de los mejores orfebres. No hay espacio para el relleno y sí para la melancolía bien entendida, para amores desgarrados y algún que otro canto coral a la esperanza –el estribillo de «Sing you through de Storm» debería ser de obligada receta en estos tiempos de crisis-, pero, sobre todo, para que la voz de Delgado nos transmita, ahora desde la dulzura, ahora desde la sensualidad, algunas de las melodías más hermosas que nos han llegado desde la Pérfida Albión en los últimos tiempos.

Como si Nancy Sinatra les insuflara algo de alma a la Velvet Underground, como si una Jeanette adolescente se aliara con Faulkner y sometiera su candidez al dolor y al desengaño. Así es esta londinense con medio corazón gaditano; un rayo de luz entre la infinita y espesa tiniebla discográfica del universo indie. La respuesta al ‘dadme algo de verdad’ que clamaba su paisano Lennon.