Etiquetas

, , , , , , ,

Pasan los años, pasan las películas, las series, los reconocimientos, y Javier Botet (Ciudad Real, 1977) sigue asistiendo a su propio éxito con la (aparente) tranquilidad de quien confiaba ciegamente en sus posibilidades. No se trata de no valorar lo que le ha sucedido hasta ahora o no sentir júbilo infinito al ver su nombre en los créditos de franquicias como AlienInsidiousIt, o Expediente Warren, al contrario, en ese sentido no ha dejado ir al chiquillo interior que alguna vez soñó con subirse al Halcón Milenario. Botet está disfrutando del viaje, no les quepa duda, pero nada de esto parece sorprenderle demasiado. Quizá sea como él dice, por su perfil, por su físico, era una herramienta a la espera de ser utilizada. Y vaya si lo han utilizado. Hasta 2007, cuando Balagueró nos lo presentó encarnando a la niña Medeiros en el clímax paroxístico de [Rec], Javier apenas había participado en un par de proyectos profesionales y en algún que otro corto para disfrute de familia y amigos; desde entonces, y según el oráculo de IMDb, este manchego con cuerpo de pívot flaco se ha paseado por casi cien producciones, la mayoría de ellas al otro lado del Atlántico. Sus monstruos contrahechos no sólo aterrorizan al personal urbi et orbi, están marcando una época dentro del género. “¡Otra del Botet!”, dice que oyó gritar en la premiere de una película en la que ni siquiera participó. Pues sí… ¡Otra de Botet! Y otra, y otra más.

Ahora la diatriba ya no está en si dar o no el salto a Hollywood, ahora lo que más le preocupa es encontrar el momento adecuado para parar, para tomarse un descanso. Porque no es fácil. A nadie le gusta levantarse de la mesa cuando los camareros te ponen por delante una delicatessen detrás de otra, cada cual más apetitosa que la anterior. Pero todo esto, como su voluntad por dejar de ser el hombre detrás de la máscara —al menos durante un tiempo— y explotar su vis cómica en producciones alejadas del terror o lo fantástico, lo cuenta con la misma naturalidad con la que narra su periplo desde La Mancha hasta el cuartel general de Guillermo del Toro. Si tiene que pasar pasará. Si Botet cree que pasará, probablemente pase. Ahora, con media docena de trabajos aún por estrenar, entre ellos la segunda parte de It, era un buen momento para la recapitulación.

(Léela aquí)