Desde Columbus, Ohio, Jared Philips, Beth Murphy y Adam Elliott cargan a sus espaldas con etiquetas como noise o lo-fi a veces muy a su pesar. Como ellos se encargan de dejar claro, lo suyo es hacer canciones, sin más; debajo de esa fachada ruidista que algunos subliman y que no es más que su vocación por trasladar al plástico exactamente aquello que se escucha en su local de ensayo, Times New Viking se destapan como unos artesanos de la melodía y unos letristas capaces. Con TNV más que con ninguna otra banda hay que evitar que el árbol nos impida ver el bosque.
¿De dónde sacásteis ese nombre tan peculiar?
De la artista americana Erica Moomaw. Solíamos escribirnos con ella.
Os suelen meter en el saco del noise-rock o del lo-fi, ¿os gustan esas etiquetas?
No. Porque la gente se olvida de que componemos canciones. Hemos escuchado a muchas bandas noise pero preferimos las canciones pop. Lo del lo-fi es normal en Ohio. Hay una escena desde hace décadas.
Respecto a lo de lo-fi… ¿Por qué alguien querría sonar con ‘baja calidad’?
Lo de la baja calidad es subjetivo. Nuestro sonido no está manipulado. Lo que hacemos es lo que oyes.
La primera vez que escuché a Thurston Moore tocar pensé: ‘Vale, en cuanto termine de afinar la guitarra empezará la canción’. ¿El ruido puede ser un arte?
La Velvet Underground ya respondió a esa pregunta.
Precisamente, hablando de la Velvet, muchos les otorgan el título de pioneros del noise-rock. ¿No deberíamos reservarle ese honor a gente como Link Wray?
O Bob Diddley. Siempre ha habido compositores clásicos que han hecho experimentos con el sonido. Vaudeville con las ‘throwing voices’ y mil cosas más. Démosle a la música contemporánea otros 400 años antes de empezar a escribir su historia.
¿Y os gusta alguna banda con un sonido, digamos, más limpio? ¿Cuáles serían esos grupos que, aun siendo totalmente opuestas a TNV, os gustan?
Todo tipo de grupos. Fleetwood Mac servirían perfectamente para responder a tu pregunta. Sólo porque hagamos las cosas de una manera determinada no quiere decir que creamos que es la única manera de hacer las cosas.
¿Ha habido algún productor que se quedase flipado (de miedo) al escucharos?
Nunca hemos utilizado a un productor. Mike Rep flipó, pero porque le encantaba nuestro sonido.
La mayoría de vuestras canciones no van más allá de los dos minutos, lo que me hace pensar que estais más cercanos al punk que a cualquier otra cosa. ¿Qué influencia ha tenido el punk-rock en TNV?
El punk es una influencia para todo el mundo. Nosotros capturamos momentos en nuestras canciones, y sucede que normalmente esos momentos duran menos de dos minutos. Eso deja espacio a más ideas y más canciones.
¿Cómo es vivir en Columbus, Ohio? Parece un lugar diferente a la ciudad típica americana. Más cosmopolita, quizá…
Es barato vivir aquí. Tiene su parte cosmopolita pero también sus ‘ghettos’. Es una ciudad de esas que usan para los estudios de mercado, por lo que te puedo decir que es bastante normal. Las radios copian nuestra forma de hablar en sus emisiones. […] La cerveza es barata, los alquileres son baratos, hay reliquias indias…
Vuestro último lanzamiento ha sido un single, “Move to California”. Fuera de los Estados Unidos se tiene esa imagen estereotipada de California, con sus rubias en biquina, sus palmeras, su superficialidad… Ahora bien, ¿cuál es la opinión de los propios americanos sobre Hollywood y alrededores?
Hay tantas rubias como en Noruega, pero en California pueden llevar biquinis (Risas). Además, en California hay sitios donde quieren legalizar la marihuana. Los nativos de allí son gente fantástica, gente muy tranquila. La canción en realidad es una protesta contra esa creencia de alguna gente de que tienes que irte de Ohio para realizarte culturalmente.
Hay quienes dicen de vosotros que sois una banda pesimista. ¿Estáis de acuerdo con eso? Y, de todas formas, ¿qué motivos hay hoy en día para sentirse optimistas?
Todos somos gente que nos ilusionamos fácilmente, muy positivos. La etiqueta de pesimistas no tiene mucha base, creo yo. Y hay muchas razones para sentirse optimistas. Nosotros somos románticamente nihilistas.
Ahora mismo estáis girando por Europa. De hecho, mañana estaréis visitando a los verdaderos ‘vikingos’ en Dinamarca. ¿Os sentís más valorados aquí que en los Estados Unidos?
Sí. Porque no parece que haya muchos grupos como nosotros en Europa. Además, la gente es mucho más hospitalaria. Europa es la nueva frontera de Ohio (Risas). Mucha gente nunca sale del medio Oeste.