953540809@04082005-30c4Si Eric ‘Roscoe’ Ambel, Dan Baird o Greg Calbi se toman la molestia de abrir un hueco en sus agendas para dedicarse a trabajar en el disco de cuatro tipos de Pontevedra, por muy alejado que ese rincón de Galicia esté de Nashville y alrededores, cualquier buen degustador del rock de raíces americano deberá, como mínimo, alzar las orejas en dirección a los altavoces para ver qué hay de especial en Sugar Mountain. Lo que encontrarán los curiosos serán álbumes como “In the raw” (2007) o el recién editado “Love Unique” y probablemente les cueste creer que obras tan genuinamente yanquis, tan embebidas del espíritu de Georgia Satellites, UncleTupelo, The Byrds y un largo etcétera hayan sido paridas por descendientes de ‘gaiteiros’. Pero así es. Esta ‘montaña de azúcar’ parece haber sido trasladada, piedra a piedra, desde algún punto cualquiera de las Rocosas y, qué duda cabe, tiene pocos, muy pocos rivales dentro de la escena española y europea.

Si hubiera escuchado “Love Unique” sin conocer el nombre del grupo, jamás habría dicho que estaba oyendo a un grupo español. Aunque no sé si os tomáis eso como un cumplido…
Por supuesto que para nosotros es un cumplido. Hacemos música de raíces americanas y nos tomamos muy en serio que suene lo más creíble posible, con cierta identidad… sobre todo siendo de Pontevedra (Risas). Por desgracia, muchas veces se tiene más en cuenta de donde somos que a lo que sonamos, y el trato no es el mismo que el que recibe una banda extrajera.

Por cierto, que cada vez sonáis más ‘jayhawks’. ¿Es algo buscado o inconsciente?
La verdad es que no somos conscientes de sonar como los Jayhawks -algo que para nada nos importaría, porque somos grandes fans de sus discos-, por lo que si realmente suena a esto es totalmente inconsciente. Tal vez sea la variedad del disco la que te lleva a encontrar muchas referencias dentro de él. Si me dices un tema que suena a los Jayhawks, tal vez te diría “Come Back Home”, con cierto aire a los temas del “Tomorrow the green grass”.

Si un grupo de Pontevedra puede sonar como uno de Austin, entonces… ¿todo eso de las raíces y la identidad nacional es puro cuento?
No lo creo. Las raíces están muy presente en la música americana: la manera que tienen de componer, sus letras, su estilo a la hora de coger y tocar un instrumento. Es algo muy personal que se transmite de generación en generación, y si tú puedes sonar y transmitir esa sensación es a base de escuchar y escuchar ese tipo de música e intentar empaparte de toda esa cultura… y, por qué no decirlo, también es cuestión de mucho ensayo (Risas).

Habéis grabado con Eric Ambel en el pasado y ahora con Greg Calbi. También habéis compartido escenario con Georgia Satellites o Drive-by Truckers… ¿no le tiembla a uno el pulso al tocar la guitarra delante de esos gigantes de la música americana?
Bueno, en realidad este último disco lo hemos grabado con la inestimable ayuda de Ken Coomer (Wilco, Uncle Tupelo) y Charlie Brocco (George Harrison, Jeff Lynne) a los controles de sonido. Y al final, todo ese trabajo de estudio ha pasado por las manos de Greg Calbi para la masterización (imposible escoger un nombre de la lista de grandes bandas que ha pasado por su estudio). Cuando trabajas con ellos, al principio te tiemblan las manos, las piernas… todo. Pero es increíble lo bien y lo cómodo que te hacen sentir. El trato ha sido siempre muy cercano y eso nos ha permitido mantener una buena relación con ellos una vez terminadas las grabaciones.

¿Y cuál es el consejo más habitual que os dan esa gente con la que trabajáis, curtidos en mil y una batallas?
Te sonará a tópico, pero es simple: que disfrutemos con lo que hagamos y que seamos honestos, sin pretensiones absurdas.

Hace veinte años un grupo con tres discos era un grupo casi recién llegado. Ahora parece una epopeya eso de construírse una discografía extensa. ¿Se os ha hecho largo el camino desde el primer LP hasta aquí?
Te puedo asegurar que todo ha pasado muy, pero que muy rápido. Parece que fue ayer cuando se grabó la primera demo: “55 Tambo Island”… y parece que fue ayer cuando preparábamos el primer disco mano a mano con Dan Baird. Todo ha pasado de manera muy natural, paso a paso, fijándonos nuevas metas pero nunca con prisas. Ha habido (y los hay) momentos duros que hacen pensar en dejarlo todo, pero de alguna manera siempre hay algo que te hace seguir adelante. 

Acabamos de dejar atrás una década que a algunos nos ha parecido especialmente sosa e irrelevante para la historia del rock. ¿Ha sido así o es que tenemos complejo de abuelo cebolleta?
Dicen que los tiempos pasados son mejores, pero no creo que esta última década no haya aportado nada. La situación actual del panorama musical es complicada, ¡pero se sigue haciendo muchísima música! Podríamos hablar de bandas que han seguido marcando estilo en todo este tiempo como Wilco o Drive-By Truckers.

Mucha gente os habrá preguntado cómo os las arregláis para tener semejantes padrinos (los ya mencionados Ambel o Calbi, pero también el mismísimo Dan Baird). Seamos originales: ¿cómo hacéis para tener semejantes padrinos?
Hoy en día existen las herramientas necesarias para contactar fácilmente desde cualquier punta del globo con quien sea. Luego queda la otra parte: engancharlos con la música y atreverse a dar el paso.

Juguemos a los adivinos. En lo que al rock and roll se refiere, esta será la década de…
Pregunta complicada, no me atrevo a decir un nombre… ¿por que no la de Sugar Mountain?