Ahora que, con sólo patear una piedra nos encontramos a media docena de jovencitas pizpiretas guitarra acústica en ristre se impone una cierta criba, una división, tal vez fría pero necesaria, entre la paja y el grano. Alondra Bentley, británica de nacimiento, murciana de adopción, merece, por mor de lo demostrado en su debut, “Ashfield Avenue”, ser tenida en cuenta como seria aspirante a una hipotética primera división de cantautoras ibéricas. Su pop folkie, naif y colorista destaca por encima del discurso plañidero post-adolescente de la mayoría de sus colegas de armas. Alondra transmite buen rollo, mejores vibraciones, y eso se agradece en tiempos extraños como estos. Los necesitados de un chute de arco-iris y melodías de azúcar tienen una cita con ella y sus canciones en cualquiera de las fechas de la gira española en la que anda inmersa (más detalles al final de la entrevista). Si pensabais que los ruiseñores tenían buena mano para eso del cantar, esperad a escuchar a esta alondra que llegó del norte.
¿Qué hace una alondra inglesa en la corte del rey Juan Carlos?
Unificar los reinos de Lancaster y Murcia. (Risas)
Aunque has titulado tu disco con el nombre de la calle en que naciste… ¿sientes morriña de Inglaterra?
La elección del título del disco más que por morriña es por su carácter autobiográfico, «Ashfield Avenue» es donde nací y pasé los primeros años de mi infancia. Incluso la traducción, «La Avenida del prado de cenizas» me gustaba como título.
Ya que muchos de tus compañeros españoles se empeñan en cantar en inglés, ¿no pensaste en hacer tú lo propio con el castellano?
He escrito algunas canciones en castellano, pero son muy distintas a las que hago en inglés. El idioma afecta al estilo, la forma de cantar y componer.
Por cierto, ¿qué opinas de eso? Que por aquí se cante tanto en inglés… Sobre todo teniendo en cuenta que no es el idioma que mejor se nos da…
No todo el mundo tiene el talento o el deseo de reinventar estilos musicales que siempre se han valido del inglés como lengua. Criticar a un artista nacional por no cantar en castellano es como criticarlo por no estar haciendo flamenco. Es absurdo. Elegir un idioma u otro es una cuestión de estilo.
¿Harta de las comparaciones con Russian Red?
En absoluto, a veces una comparación puede ser un halago.
Tienes apellido de coche lujoso, pero tu música difícilmente podría ser más sencilla. ¿Hay que apelar a la sencillez en estos tiempos de súper ordenadores y Gran Hermano?
Cada vez es más complicado tener una vida sencilla, lo cual es contradictorio e irritante. Precisamente de eso trata “Of all living creatures, why a human being?” (“De entre todas las criaturas, ¿por qué ser humano?”), el corte tres del disco.
En las fotos promocionales de “Ashfield Avenue” apareces rodeada de naturaleza y en el simpatiquísimo vídeoclip de “I feel alive” te haces acompañar de un especie de guiñol. ¿No te preocupa que te tomen por alguien demasiado ‘naive’?
Creo que considerar la naturaleza como algo naïve es un síntoma de cinismo más grave de lo aparente. Por otra parte debo decir que no todo mi trabajo es tan amable ni tan dulce, hay contenidos bastante áridos e irónicos en lo que hago.
En “Ashfield Avenue” te escolta gente de Ladybug Transistor, Architecture in Helsinky o Surfin’ Bichos, entre muchos otros. ¿Eres una buena relaciones públicas?
Todos los colaboradores del disco son amigos que apoyaron mi proyecto y se ofrecieron a colaborar en el disco. El caso de Gary Olson e Isobel Knowles es excepcional, fue una invitación de última hora que salió mucho mejor de lo previsto; lo que iba a ser la colaboración con trompetas en un tema acabó derivando en tres canciones juntos, incluso Gary cantó una canción conmigo.
Entre tus artistas favoritos cuentas a Judy Garland, Nick Drake o Nina Simone. Grandes talentos, vidas tormentosas… ¿a veces ambas cosas van de la mano?
No…ya sabes que a mi me gustan la naturaleza… las marionetas y cualquier cosa naïve…(Risas)
Para terminar, dinos una cualidad inglesa que deberíamos adoptar los españoles, y una cualidad española que harían bien en hacer suya tus compatriotas ingleses…
Tengo un problema de amor-odio con el empeño que hay en España en pensar que un concierto es lo mismo que una fiesta, y de la concepción de que un artista es un vividor. Una cosa que no me gusta del carácter inglés -a rasgos generales- es que resulta muy reservado…me da la sensación que son demasiado prudentes en el trato, eso puede ser muy bueno y muy malo a la vez.