Tori-Amos-AbnormallyEl nuevo siglo se ha encontrado con una Tori Amos entregada a los discos conceptuales; a una artista mucho más interesada en desarrollar historias y personajes, sublimando la línea (su línea) narrativa, la lírica, por encima del formato de canción convencional.“Scarlett’s walk”“The beekeeper”“American Doll Posse” y ahora este “Abnormally attracted to sin” son todos ellos discos de metraje generoso, discos dobles si aún viviéramos la era del vinilo, tremendamente barrocos, en los que cada tema tiene poco peso específico por sí mismo y es por ello que necesita del conjunto para conformar hipnóticos viajes a los mundos de Tori, a ese pop de cámara de la pianista pelirroja; viaje que en su último trabajo dura la friolera de hora y veinte minutos. “Give”, la obertura de “Abnormally attracted…”, avisa a los navegantes: ritmo acompasado de ecos trip-hop, piano solemne y, cómo no, eso que permanece inmutable pase lo que pase, el poder de la voz deAmos, que no sólo cataliza melodías sino que interpreta a placer los roles que su dueña imagina. Puede ser melancólica, sexy, perversa o ingenua, y siempre convence, siempre estremece.

La factura de singles no entra en los planes de la Tori Amos de 2009. Por ahora se acabaron los “Cornflake girl”“Past the mission” o “Bliss” porque, tal vez, ella no tiene que llamar ya la atención de nadie, no necesita ni quiere ser el fenómeno del momento. Todo queda en manos del oyente, de su predisposición a encajar una obra sonora densa y profunda que margina la inmediatez de la era iPod. Aunque el iPod sea, irónicamente, buen aliado de estos opus de Tori: nada mejor que perderse en playas o bosques con su música a cuestas. No importa que sólo disfruten a fondo de la experiencia aquellos que sientan una ‘atracción anormal’ por esta mujer.