the-moondoggiesThe Moondoggies han llegado para romper unos cuantos tópicos. A saber, que la música folk es sólo cosa de cantautores solitarios y taciturnos, o que Seattle, su ciudad de origen, sólo pare grunge de tercera generación y pequeños discípulos de Kurt Cobain. Por lo pronto han firmado uno de los discos más frescos de 2009, “Don’t be a stranger”, donde la psicodelia y la roots music americana se dan la mano sin complejos. Con humildad pero siendo conscientes de su talento, The Moondoggies han llegado para quedarse.

Hay quien define vuestra música como folk-rock. Pero, ¿no son folk y rock términos casi contrapuestos?

R- Por supuesto que no. Nada más que tienes que enchufar la acústica y hacerte con una batería, y ya está… He escrito montones de canciones que en un principio eran acústicas y que más tarde acabé tocando con la banda. Sólo es cuestión de saber hacia dónde va la canción, hacia dónde debe ir. De todas formas, son sólo etiquetas. Folk, rock, rock and roll… todo es lo mismo.

Sois de Seattle. ¿Queda algo en la ciudad del espíritu grunge?

R- La ciudad sigue viva y con buena salud… al menos yo la veo así. […] Es que no sé qué es realmente el ‘grunge’. ¿Llevar camisas de leñador? ¿El pelo largo? Porque si el grunge es eso, entonces sí que sigue existiendo… pero en Seattle se escuchan muchos tipos de música.

¿Os gustó aquella escena alternativa de los 90?

R- Creo que fue fantástica. Nirvana es uno de mis grupos favoritos de todos los tiempos.

Más etiquetas: os han comparado con los Crazy horse de Neil Young. ¿Es Neil el último hombre honesto en el show business?

R- Siempre habrá gente honesta ahí fuera. Tom Waits, Bob Dylan… Lo que pasa es que ahora hay mucha más mierda que antes y eso hace más difícil verles. La gente honesta sigue por ahí, apartados de los focos.

Hablando del show business. Ayer murió Michael Jackson y ahora esa misma industria que lo ha repudiado durante casi dos décadas se viste de luto…

R- Bueno, esto no es una pregunta… Sólo puedo decirte que estoy de acuerdo contigo. Es la misma hipocresía de siempre.

Volvamos con los Moondoggies. ¿Cuál era vuestra mayor preocupación cuando entrasteis en el estudio a registrar “Don’t be a stranger?

R- Sólo tenía en mente capturar nuestro verdadero sonido, no demorarnos demasiado y salir con algo entre manos de lo que pudiéramos sentirnos orgullosos.

Ya que muchos de vuestros referentes, vuestros ídolos, fueron artistas enormes de los 60s y los 70s, ¿qué os motiva a la hora de hacer música? No va a ser fácil igualarles…

R- Mmmm… Esa es una suposición algo equivocada, porque nosotros no tratamos de igualar a nadie. Esto no es ningún concurso. Así que si podemos hacer canciones que hagan disfrutar a la gente, ya habremos alcanzado nuestro objetivo. Yo escribo canciones para mí, y me alega cuando la gente se identifica con ellas. Creo que ese es el sentido de la música. […] Disfruto la música de cualquier época, incluso de la que se hace ahora. La música no tiene edad, porque podemos identificarnos con algo que se compuso hace cien años y con algo que se compuso ayer. La pregunta que me has hecho se la harán a artistas de todas las generaciones y espero que todos den la misma respuesta: mi motivación es vivir en la época que vivo y reflejar en mi música lo que veo. Eso es lo que yo hago… Mi motivación es simple: amo la música.

Por cierto, ¿hay alguna relación enter The Moondoggies y aquel visionario llamado Moondog “el vikingo de la sexta avenida”?

R- Ninguna, que yo sepa (Risas).

¿Adónde se dirigen ahora Moondoggies?

R- Pues a hacer otro álbum, seguir girando, seguir tocando juntos. Seguir creciendo, en definitiva.