Hogjaw-2009Un disco del calibre de “Devil in the details” bien vale toda la retahíla de tópicos, clichés y lugares comunes del rock and roll de más rancia tradición americana con la que estos forajidos de Arizona sazonan sus letras y su imaginería. ¿Paletos? Tal vez, pero sin un pelo de tontos y, sobre todo, con muchísimo talento si se trata de reproducir y traer hasta nuestros días el legado de losAllman Brothers y Johnny CashElvis DDJonBoat y Kwall, bajista, cantante y batería de Hogjaw respectivamente, nos dan una lección sobre mitos y leyendas del Southern Rock en las líneas siguientes. De camino, dejan claro que tienen algo más en el cerebro que alcohol de alta graduación y pólvora para revólver.

Según el Diccionario Urbano, un ‘hogjaw’ es “ese gordo hijo de puta que se pasa las 24 horas del día comiendo”. Aunque vosotros no parecéis tan gordos…

Elvis- Deberías vernos en cualquier cafetería. Normalmente pedimos un montón de comida y nos la ventilamos en cinco minutos. Por no mencionar el huracán gástrico que le sigue al desayuno después de haber pasado toda la noche bebiendo y tocando rock and roll.

Kwall- La verdad es que topé con esa palabra en un número del National Geographic de los años 70. Había una foto de un tipo en un concurso de comida, y llevaba un cartel que decía: “Hogjaw, ese soy yo”. Lo gracioso es que estaba reuniendo fondos para un club de strip-tease. Yo el nombre lo veo más como algo referido a cómo la sociedad lo devora todo. Cada vez se le presta menos atención a las cosas y se incita a la gente a consumir mucho en el mínimo tiempo posible.

JB- Ése es el significado de la palabra y puede usarse como un nombre o como un verbo, sin problemas. “¡¡Ese viejo hogjaw de ahí se está tragando todo el whiskey!!”. Y muchas gracias, pero mido 1’93 y peso unos 130 kilos. Mi madre siempre me enseñó que hay que dejar el plato limpio antes de levantarse de la mesa. A lo mejor llegué una galleta tarde… (Risas)

¿Y cuáles serían los ‘hogjaws’ más insignes de la historia? ¿Elvis (etapa Las Vegas), tal vez?

E- Siempre me han gustado Gene Simmons, de Kiss, y Elvis por su apetito por las mujeres.

K- Yngwie Malmsteem… ¿le habéis visto últimamente? (Risas)

JB- Lynyrd Skynyrd ha sido la banda más dura de la historia.

Sois bastante fieles al rock clásico de los 70s. ¿Significa eso que no os interesa demasiado lo que ha ocurrido en el rock desde que Janis, Hendrix y Duane Allman murieron?

E- Somos fieles a esa época en que las radios de rock eran las dueñas de las ondas. Sonaba rock en cada emisora, en cada coche. Era la banda sonora de nuestras vidas en los 70 mucho más que en ninguna otra época, y nosotros crecimos en aquella década, así que cada suceso de nuestras vidas lleva el rock unido a él. ¿Nos interesa algo de lo que vino después? Claro que sí. Pero en los 70 el rock era como una religión.

K- Estoy de acuerdo con Elvis. Tengo su misma perspectiva. La década de los 70 fue puro rock. Todos los grupos que había entonces se encontraron por primera vez en la historia con unas nuevas tecnologías que les permitieron experimentar. Aún conservamos eso, pero básicamente lo que hacemos es reciclar los sonidos antiguos para crear cosas nuevas. Entonces no era así. Teniendo eso en cuenta, intentamos ser sinceros y no dejarnos llevar por ninguna fórmula. […] Yo he crecido escuchando música e los 80, los 90, del siglo XXI, y también música anterior a los 70. Soy amante de la música y me encanta tocar cualquier cosa que sea divertida y que suponga un reto.

JB- Como Elvis ha dicho, todos crecimos en los 70. La música sureña y el country era lo que predominaba en el equipo de música de nuestro padre. Como cualquier otro chaval, a medida que me hacía mayor traté de buscar en otros géneros cosas que me gustaran. Sin embargo, pasados unos años, volví a mis raíces. Mi padre tenía razón (Risas). Por supuesto, soy un gran fan del metal. Mucha de la música que escuché durante esos años de búsqueda era buena música también. Iron Maiden me encantan, por ejemplo. Te diría que todos hemos sido fans del heavy-metal, y que nos reuníamos después del colegio para escuchar ese tipo de discos.

Igual que vosotros, muchas bandas del movimiento ‘stoner’ (Hermano, Kyuss, Nebula) sacan buena parte de su inspiración del desierto. ¿Veis algún parecido entre ellos y Hogjaw?

E- Musicalmente la verdad es que no. Pero, ¿nos inspiramos en el desierto? Joder, ¡por supuesto! Nos hemos dejado más ruedas en esas carreteras que ningún otro grupo. ¡¡Te apostaría mi última lata de PBR!!

K- Estamos influenciados por la dureza del desierto. ¡Eso está en la música! Vivimos, comemos y respiramos la belleza que nos rodea y nuestra historia. Es algo que no puedes negar, seas de donde seas. No hay nada como sentarse en lo alto de una montaña y contemplar el desierto desde allí. Creo que ese es el principal punto en común con esas bandas, aunque tendrías que preguntarles a ellos también.

JB- El desierto de Arizona ha sido mi hogar desde 1988, pero provengo del Sur de los EEUU. Yo fui un ‘hijo’ de las Fuerzas Aéreas (de hecho, todos en Hogjaw lo somos, de una forma u otra), y mi familia nunca vivió más al norte de Virginia antes de mudarnos a Arizona. Siempre recordaré aquellos años como los más influyentes de mi vida, sobre todo los que pasé en Tennessee y Georgia. Me siento orgulloso de haber crecido como sureño. Sin embargo, después de haber vivido en el desierto durante los últimos veinte años, ya no me imagino viviendo en ninguna otra parte. Kwall ya ha comentado algo al respecto, pero deja que añada algo… Creo que todo el tiempo que he pasado vagando por el desierto me ha ayudado de veras a encontrarme a mí mismo, a saber lo que quiero hacer con mi vida. El simple acto de subir una montaña y contemplar cientos y cientos de millas de durísimos paisajes inhabitados te puede cambiar. Te dará perspectiva, en la manera más pura. Todos tus problemas se volverán insignificantes y ridículos. Tú mismo te volverás insignificante y ridículo ante eso. Quizá esas otras bandas que citas sepan a lo que me refiero…

La bandera confederada, alusiones a la Asociación Nacional del Rifle… Alguien podría pensar que todo eso nos es más que una pose para tratar de crear algo de controversia…

E- La bandera confederada es un símbolo habitual en el rock sureño. Se usa como telón de fondo, como llamamiento. Es una manera de dejar claro que un grupo hace ese tipo de música. Aunque nosotros hemos dejado de usarla, y rara vez nos vuelvas a ver junto a ella. Con respecto a lo de utilizar todo esto para crear controversia, ¡déjame decirte que en Hogjaw sabemos disparar! No hace mucho Kwall y Jonboat estuvieron practicando disparos a 100 metros de distancia con rifles con mira telescópica del calibre .223 y .308, y los grupos de impactos cabrían en un sello de correos. Cualquiera que diga que lo nuestro es una pose, será mejor que pueda hacer eso desde más de 100 metros. (Risas)

JB- La verdad es que estoy harto de la controversia que se crea alrededor de la bandera. Hay un montón de capullos utilizando su gloria de la manera equivocada. Yo recuerdo su significado, los valores que representa y de dónde vino. Te puedo asegurar que la controversia la generan otros, no nosotros. Con Hogjaw le presentamos nuestros respetos a un género de música con el que hemos vivido, que hemos respirado, y que tratamos de tocar como antes lo han hecho muchas otras bandas. […] En cuanto a la polémica de las armas. ¡Sí! ¡Queremos polémica! (Risas) He tenido armas desde que era un crío. Mi padre me regaló mi primera arma cuando tuve edad suficiente para usarla. Tenía menos de diez años y la pistola era una Savage 24b del calibre 22. Todavía sigo usándola hoy por hoy. La tradición de las armas de fuego hizo que me dedicara a ser armero, algo con lo que me he ganado la vida desde que me convertí en adulto. Vivo donde vivo y tengo las cosas que tengo gracias a lo que he ganado con las armas. Las armas han sido unas de las constantes en mi vida y hay un montón de gente tratando de arrebatármelas. Pero yo disparo. Es el estilo de vida americano, o al menos se supone que lo es, porque últimamente hasta eso está puesto en duda. […] La única razón por la que somos americanos es porque un puñado de tipos lo quisieron así y lo hicieron posible, y si la gente tiene armas harán que eso se mantenga así para siempre. Muchos han olvidado eso. Muchos quieren que olvidemos eso… Con respecto a lo de la pose para generar controversia o crearnos un etatus musical, deja que te explique, por ejemplo, cómo cargar munición en algunas de las pistolas de mi colección… (Aquí JonBoat inicia una larguísima disertación sobre el oficio de las armas, sin escatimar tecnicismos, usos y costumbres, dejando claro que lo suyo no es ninguna pose. Su quinta extremidad se llama “revolver”. Punto y pelota).

¿Os sentís cómodos con la etiqueta “redneck”? Para esos que no estén muy familiarizados con el término, ¿qué es un ‘redneck’?

E- Somos ‘rednecks’ de Arizona, lo cual es diferente a ser un ‘redneck’ de Tennessee o de Alabama. Las actividades típicas de los ‘rednecks’ de Alabama serían conducir camiones, todoterrenos, pescar, disparar, beber, hacer hogueras, cazar serpientes…

K- Es una etiqueta que no tiene sentido. Sí, vivo en un lugar cálido y el cuello se me pone rojo. ¿Me convierte eso en un ‘redneck’(cuello rojo)? ¡Pues sí, qué cojones! (Kwall utiliza una expresión genuinamente paleta e intraducible) (Risas)

JB- Ser un ‘redneck’ es más bien como un estado mental. Todos sabemos quiénes somos. Elvis ha establecido el criterio ‘tipo’, por decirlo de alguna manera. ¿Me preguntas si me siento cómodo siendo un ‘redneck’? Bueno, hago todo lo que hago porque me siento bien haciéndolo…

La grabación del primer disco es una gran responsabilidad o un sueño hecho realidad?

E- Fue un sueño hecho realidad que nos cargó de responsabilidad. El sueño era hacer música a nuestra manera, pagar peaje a los grandes grupos de rock de los 70 y los 80, pero hacerlo sin resultar en una imitación barata. Cada canción se mantiene por sí sola, orgullosa de su herencia.

K- Cuando compones tu propia música, el solo hecho de tocarla te llena de emoción, por lo que llegar a grabarla supone un auténtico sueño. He llegado a tocar en una banda con los tipos con los que iba al instituto, así que sólo eso es ya grandioso.

JB- Es un sueño hecho realidad, y sigo aprendiendo cosas de la responsabilidad que conlleva porque ésta es la primera banda con la que he tocado en directo.

¿Cuál era vuestro mayor temor cuando entrasteis a grabar “Devil in the details”?

JB- No quería cagarla. Y no queríamos conformarnos con cualquier cosa. Trabajamos a conciencia para conseguir lo que conseguimos, porque todos tenemos nuestros trabajos, así que fue una época bastante frenética. Queríamos que todo saliera tal y como lo habíamos planeado, y salimos de allí con nuestro primer disco bajo el brazo. Espero que todo eso se note en el disco.

K- Yo sólo deseaba que todas esas canciones que habíamos creado fueran trasladadas al disco con total fidelidad a como sonaban en directo. Byron, nuestro ingeniero en Villain Recordings, de veras pasó mucho tiempo con nosotros hasta que, juntos, conseguimos hacer un disco que sonase genial. Todo ese proceso puede dar un poco de miedo, en cierto modo.

E- No queríamos que nos metieran en el saco de todo ese nuevo southern-metal. Podemos tocar metal como nadie, pero no somos una banda de southern-metal. Ése era el único temor que teníamos; que la gente no le diera una oportunidad al disco para descubrir qué esconde realmente.

Hemos hablado de la devoción que sentís por el rock clásico de los 70. ¿Qué ha cambiado (para bien) en el mundo de la música desde entonces? ¿Qué ha ido a peor?

E- El negocio de la música es perverso, lo mires como lo mires. El día que la gente que lleva ese negocio dejaron de escuchar música fue el día que la música murió. Si tuviera que elucubrar, diría que eso sucedió el día en que el rap y la música pop asaltaron las radios, allá por el 86-97.

K- La misma mierda que había entonces en el negocio de la música la hay hoy en día. La única diferencia es que entonces las bandas eran auténticas, te gustasen o no. Ahora parece que las multinacionales fabrican música sobreproducida para asegurarse de que toda esa gente que no es capaz de prestar mucha atención a nada se enganche rápidamente. Tenemos que volver a lo auténtico. ¡Viva la revolución! (dice Kwall en español) (Risas)

JB- Me gusta componer desde el corazón, porque sé que no estoy solo. Eso es todo lo que puedo hacer. Con respecto a la industria, la verdad es que nunca he conocido a ninguno de esos tíos, así que no sé mucho sobre el tema.

Y la última: la palabra ‘whiskey’ es una constante en las letras de Hogjaw. ¿Cuál es vuestra marca de whiskey favorita?

K- Yo estoy dividido entre Jim Bean, George Dickel y Seagram’s 7… aunque me puedo beber cualquier otra cosa. Siempre estoy interesado en probar cosas nuevas. ¡Salud!

JB- La verdad es que, al final, uno acaba con cualquier cosa que cueste menos de veinte dólares y que venga en una botella de litro y medio. Eso es lo que yo bebo (Risas)

E- La marca favorita del grupo parece ser “the Dick”, George Dickel. En los bares, Jack Daniel’s con Coca Cola, o 7 con Seven-Up.