Junto a sus compinches Howie Pyro y Jesse Mallin, Richard Bacchus dio forma a principios de los 90 a D Generation, una anomalía de la era grunge. Cuando todos lloraban sus miserias por las esquinas a imagen y semejanza del mesías Cobain, D Generation apelaban a la herencia punk de Ramones y Dictators, la purpurina de Blondie o el glam de cloaca de New York Dollspara fabricar discos tan energizantes como «No Lunch», su obra cumbre. Fue una historia breve pero intensa la suya que, quizá, tenga algún día su continuación.
Nos hemos hecho un pequeño lío con tu actual banda. Habéis lanzado «Yet Black and Beautiful» bajo el nombre de Richard Bacchus & The Luckiest Girls, pero también hemos encontrado referencias a The US Girls, The UK Girls y a Yet Black and the Beautiful Girls…
R- Uso el nombre The Luckiest Girls para todos mis shows, pero no debe confundirse eso con mis shows acústicos. Últimamente firmo los shows sólo como The Luckiest Girls.
Hace ya una década que D Generation se separaron, pero tú habías dejado la banda un par de años antes. ¿Qué visión tienes ahora de todo ello? De la ruptura de D Generation y tu salida de la banda…
R- Llegó a un punto en que ni siquiera podíamos mirarnos a los ojos. Sabíamos que nos habíamos desviado de nuestro camino, que nuestros planes originales habían sido corrompidos por fuerzas externas, por la compañía de discos, los managers… Cuando miro atrás siempre me siento orgulloso de haberlo dejado cuando lo dejé. Creo que eso le dio al resto de la banda la confianza para romper después. Uno siempre tiene miedo a que, si te alejas de algo, dejarás de existir, y yo ya les había demostrado que no era así.
¿Qué tal te llevas con Howie y Jesse hoy por hoy?
R- Nos llevamos de maravilla. Mejor que nunca. Recibo e-mails deHowie cada día, y con Jesse hablo por teléfono a menudo.
Seguro que has escuchado los discos en solitario de Jesse. No hay duda de que quería darle un cambio radical a su música. ¿Conocíais ya en los tiempos de D Generation su querencia por la música de raíces? En otras palabras, ¿te sorprendió cuando salió al mercado «The fine art of self destruction»?
R- No me sorprendió en absoluto. De hecho, el grupo en el que tocaba cuando yo le conocí hacían una música muy parecida a la que él hace ahora.
D Generation os reunisteis para un concierto en el local que antes era el CBGB’s. ¿Cómo te sentiste? Estabais juntos de nuevo, lo cual debió estar bien, pero al mismo tiempo estabais tocando en ese templo del punk ahora reconvertido en una especie de boutique…
R- La gente de John Varvatos (actual propietario del local. ndr-) hizo un gran trabajo para adecuar el local. El sistema de sonido era, como mínimo, tan potente como el del CBGB, si no más. Me alegra ver ahí una tienda de moda en vez otra franquicia mierdosa de cafés. […] Nos lo pasamos en grande. Todo fue muy normal, para nuestra sorpresa. Fue genial ver allí a gente del equipo de losRamones, como Arturo Vega o Monty Melnick. Conocí a Ian Hunter, de Mott the Hoople, y casi me vuelvo loco. Cheetah Chrome (Dead Boys) me enseñó fotos de su hijo, y tambiénHandsome Dick Manitoba (por cierto, ¡¡su hijo Jake se está poniendo enorme!!). Me alegra muchísimo ver que todos esosrockandrollers están criando pequeños rockerillos.
Bueno, dejemos a D Generation a un lado. Hablemos de ti, de tu infancia. La mayoría de la gente piensa que eres americano, pero en realidad naciste en el Reino Unido. Al poco tiempo tu familia y tú os mudasteis a la Isla de San Vicente, y de ahí a Nueva York. ¿Cómo es para un niño eso de moverse entre sociedades tan diferentes? Gran Bretaña, el Caribe, los Estados Unidos…
R- Sería un buen candidato para «Supervivientes» (Risas). Puedo despellejar una cabra, hacer fuego, practicar pequeñas cirugías y preparar buen té. Te diría que todo aquello me convirtió en un perfecto sociópata.
¿Y ese alias que usas? ¿Crees en el hedonismo, como Dionisos?
R- Lo creas o no, Bacchus es mi verdadero apellido. Lo del hedonismo y Dionisos vino después (Risas). Mi familia llegó desde la India a principios del siglo pasado. Hay Bacchus por todas las Indias Occidentales, así que es posible que fuese el nombre del barco en el que viajaron.
¿Alguna vez has pensado en volver al Reino Unido, en establecerte allí?
R- ¿Tal y como está ahora mismo la economía en EEUU? Mantengo esa puerta bien abierta. De todas maneras, si me mudo a Europa me iré a España.
Una buena amiga tuya, Brijitte West, ha hecho el viaje opuesto: nació en Jersey y ahora vive en Londres. ¿Sigues en contacto con ella?
R- Acabo de verla en Londres, aunque ya no somos muy íntimos. Me alegra saber que ha vuelto a la música. Tiene un talento impresionante.
Según tu biografía, Brijitte y tú os conocisteis en el Chelsea Hotel, como en la canción de Leonard Cohen. Pero, ¿qué es lo que hacía de ese hotel un sitio tan especial (aparte de las habitaciones a buen precio)?
R- Era un sitio de locura. Nos conocimos en la suite de Vali Myers. Yo vivía allí, puerta con puerta con Viva, la actriz de las películas de Andy Warhol.
¿Y qué hay de San Vicente? ¿Alguna vez regresaste?
R- Adoro San Vicente. Es como volver atrás en el tiempo.
Para aquellos que no viven en Nueva York, la escena punk puede parecer muerta y enterrada a estas alturas. Han cerrado la mayoría de los clubs, muchas bandas ya no existen… Todo eso unido a la locura del 11-S. Tú tienes información de primera mano: ¿qué salud tiene la escena neoyorquina?
R- Económicamente nunca ha sido rentable hacer música en Nueva York. Siempre fue un acto de amor, y por eso la música hecha en Nueva York ha sido siempre tan especial. La actual escena está bien, sólo que se ha trasladado a Brooklyn.
¿Te consideras persona nostálgica? ¿Eres de los que añoran los días en que los Ramones caminaban por el Bowery o prefieres verlo como algo que fue bonito mientras duró?
R- Creo que fue la nostalgia lo que me hizo dejar Nueva York. Estaba cansado de contarle a la gente lo mucho que se estaban perdiendo.
De todas formas, la nostalgia ha sido siempre un buen negocio. Ahí tienes a los Sex Pistols o a New York Dolls tocando de nuevo…
R- Pero yo no llamaría nostalgia a eso. Nadie dice que un tour de los ZZ Top sea algo nostálgico.
¿Has podido ver a tu amigo Sami Yaffa tocando con los New York Dolls? ¿No preferirías haberle visto de nuevo en Hanoi Rocks?
R- Me alegra que no esté en Hanoi, porque ese grupo murió con Razzle. Y sí, le he visto con los Dolls un montón de veces. La verdad es que al principio era algo escéptico con respecto a esa reunión, pero terminó siendo un bombazo. Johansen y Sylvain son unos showmen estupendos, de la vieja escuela neoyorquina.
La pregunta que todo fan te hará hasta el final de los días: ¿hay alguna posibilidad de que D Generation vuelvan a la vida? Volver a girar, grabar un nuevo álbum…
R- Me encantaría hacer eso antes de que cualquiera de nosotros se muera. Y no lo digo por nada, pero sé que este estilo de vida hedonista y dionisiaco no es precisamente lo mejor para mi salud (Risas).