Tom Petty ha resucitado a la banda que le puso en la senda de la profesionalidad y que fue germen de los legendarios Heartbreakers. No están todos los que fueron, pero son todos los que están, y a Petty, Mike Campbell, Tom Leadon y Randall Marsh se les ha unido el señor de las teclas en los rompecorazones, Benmont Tench.
Mudcrutch sólo dio en su día para un par de singles de escaso éxito antes de que Tom se lanzara al mundo con nombre y apellidos, compusiera «American Girl» y de ahí al cielo. Tal vez por eso mismo, por considerar a Mudcrutch el patito feo de su discografía, ese hijo pequeño que nunca tuvo su oportunidad, es por lo que ahora, 30 y tantos años después, hace acopio de viejos temas, despacha algunos nuevos y da forma junto a sus antiguos compadres a este disco generoso en temas y en duración (14 cortes en casi sesenta minutos) que hace honor al curriculum vitae de sus ejecutantes. Porque la factura impecable se les supone, y hasta se les exige, a Campbell, Tench y compañía; no tanto la frescura y la claridad de ideas después de casi cuatro décadas en el negocio, pero estos tipos no fallan. No saben fallar.«Mudcrutch» avanza con maestría a través todos los palos del rock americano de raíces; del country & western trotón de la tradicional «Shady Grove» al medio tiempo marca de la casa que es «Scare easy»; del rock and roll vacilón de «Six days on the road» a los casi 10 minutos de jam de «Crystal River», del hammond incendiario de «Bootleg fire» a la ejemplar versión del«Lover of the bayou» de los Byrds. Petty es capaz de barrer con un golpe de batuta a todos los aspirantes a estrella del neo-country o ´del tan cacareado Americana. Y no es sólo cuestión de galones, que también; es el talento inagotable y el saber estar delante y detrás de los escenarios de quien no conoce la palabra «mediocridad». No al menos aplicada a su propia obra.