This-is-EnglandEsto es Inglaterra… a principios de los años 80 del siglo pasado. Crisis económica galopante, paro a unos niveles estratosféricos, y la guerra de las Malvinas como inequívoco ejemplo de la mano dura de Margaret Thatcher. En ese escenario, Shane Meadows coloca a un niño (¿quizá él mismo?) marginado entre los marginados, huérfano por mor de la batalla isleña de marras y que encuentra su lugar en el mundo dentro de una pandilla de alegres skin-heads donde no tardará en confundir juegos y gamberradas con cruzadas de orgullo nacionalista para mayor gloria del Imperio Británico.

«This is England» no alcanza las cotas de dureza de aquella otra obra que conectaba marginalidad y neonazismo que fue «American History X», aunque tiene a su favor el no apelar a la demagogia barata a la que sí que se entregaba Tony Kaye en el desenlace de su cinta. Al fin y al cabo ésta es la historia de un niño, así que no falta espacio para ciertas dosis de ingenuidad o incluso para la ternura romanticona de los primeros escarceos pseudo sexuales del protagonista, algo que quizá otro director se habría encargado de sustraer del relato en pos de un mensaje más agresivo (pero no más realista). En eso, en realismo, «This is England» saca matrícula cum laude: en su recreación de la estética post punk de suburbio obrero londinese, y mejor aún en los mecanismos mentales que los grandullones del grupo utilizan para incrustar toda su morralla hitleriana en el cerebro de esos alevines que sólo buscan encajar. No hay duda de que Kane se deja llevar más de la cuenta por los clichés a la hora de desarrollar los personajes más pasados de rosca; aunque se adivina inviable no caer en esa trampa al fotografiar a individuos que son pantomimas andantes.

Es complicado hilar más fino de lo que lo ha hecho el director inglés, convirtiendo su película en un portentoso vehículo para entender la psicología del fanatismo, o cómo el desencanto social deriva en odio (hermano gemelo del racismo). La canción que cierra«This is England» (y por ende su también espléndida banda sonora) no podría resumir mejor lo que se nos ha estado contando durante los 90 minutos anteriores: «La vida que he llevado puede convertir a un hombre en mala persona. Por favor, por una vez en la vida, deja que consiga lo que quiero…». Más claro, el agua tal vez.