Brian-Setzer-WolfgangSetzer y su big band perpetran un asalto en toda regla a algunas de las composiciones más universales de la música clásica. Sacan de farra nocturna a Wolfgang A. Mozart, sí; pero también aBeethovenStrauss o Wagner. Y la arman. No es la primera vez ni será la última que alguien se lleva a su terreno todas estas melodías (cuasi)sacras, pero Brian se dedica al swing en pleno siglo XXI, así que no debe andar el ex-Stray Cats muy preocupado por aquello de la originalidad. Lo suyo es la fiesta, el ritmo; calzarse su chaqueta de piel de leopardo, darle mecha a su Gretsch y poner a bailar hasta a los muertos. Si últimamente ha habido movimiento en las tumbas de todos esos regios compositores queSetzer recrea, no es porque los susodichos se estén revolviendo en ellas por el atrevimiento del inglés, o por la visión de esa portada un tanto chusquera. En absoluto. Es que no paran de mover los pies al son de «Wolfgang’s big night out». En tres palabras: divertido, muy divertido.