dale-watson-cradle-aEste vaquero de Alabama con look hipertatuado y jamesdeaniano las ha pasado de todos los colores. Desde el desinterés de una industria que condena al ostracismo a su visión extremadamente purista del country, en las antípodas de lo que se cuece en Nashville, hasta la pérdida de su mujer y compañera en un accidente de tráfico, o el descenso a los infiernos del alcohol y las drogas que casi le costó la vida a comienzos del nuevo siglo, eloutlaw Dale Watson puede confesar que ha vivido, que ha bebido, y que ha sufrido; pero también que se ha mantenido fiel a sus principios y a su manera de entender la música americana. Él mismo se encarga de rendir tributo en algunos de los textos de «From the cradle to the grave» a Hank Williams o Johnny Cash, así que sobran comparaciones y referencias. Watson es descendiente directo de aquellos gigantes que elevaron el Country & Western a la enésima potencia y los emula con respeto religioso. En la sonora masculinidad de su voz descansan Cash -luz y guía-, y el Elvis más rural, y Merle Haggard.

Pese a todo, pese a lo evidente, aún hay quien le ensaca en el llamado «country alternativo». Alternativo… ¡Ja! Aunque, bien pensado, tener las narices de ir por ahí sin prestar la más mínima atención a modas ni tendencias, sí que es ser alternativo. Y no sólo alternativo, en ese sentido Dale es una isla diminuta (pero paradisíaca) en medio del océano de lo habitual.