A partir del personaje de un maestro de colegio público -lo que en los Estados Unidos de Norteaméríca significa colegio para negros e hispanos- con una cierta debilidad por la química psicotrópica,«Half Nelson» se pasea sin dramatizar en exceso por temas como la segregación racial o la incomunicación en el mundo moderno.
El guión de Ryan Fleck adolece de demasiadas imprecisiones y vaguedades lo que, inevitablemente, nos conduce hacia el desapego por una historia de la que desconocemos demasiados elementos. Las cuitas de ese joven profesor politoxicómano tienen un cierto aroma a poesía del asfalto y, a pesar de moverse dentro del ghetto , tiene más de Jarmusch y alrededores que de Spike Lee u otros defensores del black power . Lo de Fleck es indie americano de buenas intenciones y, mejores actores -no hay que perderle la pista a Ryan Gosling -, pero poco consistente. En cualquier caso, no es ni mucho menos un mal debut el suyo. Tiene alma, que no es poco.