Cassin es un joven paquistaní nacido en Gran Bretaña. Sus padres han decidido que se case con una prima lejana (musulmana y paquistaní, por supuesto) y él parece aceptar su destino… hasta que la guapísima Roisin, irlandesa y católica ella, se cruza en su camino. El amor que surge entre ambos pondrá a prueba no sólo la fe, sino toda la férrea estructura familiar de él, anclada en los mil y un tradicionalismos de su tierra de origen.
El maestro Ken Loach , siempre ojo avizor de lo que se cuece en nuestra sociedad moderna, vuelve la mirada hacia una cuestión fundamental en estos días: la convivencia entre individuos de distinta religión, raza, etc. ; algo que, o bien nos hará más fuertes y más sabios, o bien nos destruirá. Loach ni quita ni da. No se decanta por ningún bando, porque, como se verá, todos tienen su parte de razón. Él escoge el carril central, el corte de mangas a religiones, imposiciones y clasismos, a favor del libre albedrío. No hay Cristo ni Mahoma que valgan.
Otro triunfo más del director inglés a base de sinceridad y de una total ausencia de demagogias y discursos baratos. «Sólo un beso»viene a sumarse a otros productos similares, e igualmente recomendables, como «Quiero ser como Beckham» u «Oriente es Oriente» . Cine social con fundamento.