“Los niños es que pueden ser muy crueles”. Este o alguno parecido es el mantra con el que nos martillean desde… niños. Pero, ¿lo son? ¿Lo somos? ¿Somos crueles por naturaleza? Puede. Puede que la crueldad sea una conducta eminentemente humana. Humana, no innata; ningún animal hiere sin razón y la razón suele ser la mera supervivencia, la ley de la jungla, morir o matar. (seguir leyendo)