Marcus-Doo-2010Un escocés, un gabacho, un yanqui y una española. No, no es ningún chiste; es el line-up de Marcus Doo & The Secret Family, con el que han dado forma a lo que será su álbum de debut, a publicar el próximo otoño y que, si continúa la línea de lo mostrado hasta ahora por Marcus y los suyos, promete ser una delicatessen de pop intimista con tintes barrocos que nos llevará a visitar paisajes oníricos de engañosa ingenuidad. Pero dejemos que sea el propio Mr. Marcus quien nos descubra lo que oculta en su desván esta familia secreta.

¿Cuál es el concepto detrás de Marcus Doo & The Secret Family?
Cinco personas de diferentes partes del mundo compartiendo lo que trajeron consigo y encontrando cosas que sólo podrí­amos encontrar juntos.

En algunas de las fotos promocionales aparecéis vestidos como auténticos/as señores/as de finales del siglo XIX. ¿Sentí­s nostalgia del pasado? Sea el pasado que habéis vivido o, como en este caso, el que habéis conocido a través de los libros, las pelí­culas…
Se podría decir que la familia secreta de alguien son todas las personas desde familiares, amigos, pelí­culas, libros e ideas que la gente lleva consigo. Nosotros tenemos los nuestros. Para mí son todas esas palabras desde Ted Hughes a Carlos Williams, desde Stevie Smith a Virginia Wolf, desde mi abuelo a mi padre, Archie Fisher, Buddy Holly, Johnny Cash, Mark Linkous… me acuerdo de todos ellos cuando intento encontrarme a mí mismo. Pero el pasado es una guí­a, el futuro debe y va a ser único.

Diferentes orígenes: Francia, España, Escocia, Estados Unidos… ¿Cuál diríais que es la nacionalidad que más se impone en vuestra propuesta? A primera escucha es obvio que lo anglo pesa mucho…
Lo anglo siempre pesa mucho. ¿No has estado en Benidorm? (Risas). No, en serio. Dos miembros del grupo crecieron en Escocia y otro en Estados Unidos, así­ que si, mucha de la música que hemos escuchado es del Reino Unido y Estados Unidos. Pero escuchamos música de todas partes del mundo. No importa de dónde seas, sólo importa tener algo que decir y en cualquier lengua eso siempre se transmite. Estoy pensando en Silvio Rodríguez, por ejemplo.

Ahora estáis asentados en España. ¿Os parece que aquí­ se le da tanto pábulo a la música folk autóctona -sea gallega, andaluza, vasca…- como por ahí­ fuera? Es más, hay grupos españoles haciendo folk americano o country, lo cual no deja de ser, cuanto menos, curioso…
Es la misma situación que tenemos en Escocia con la música tradicional. Es muy importante para mí, pero en estos tiempos las distancias se han acortado y puedo entender por qué los músicos sienten que cierto tipo de música pueden tener un mayor atractivo. Y tanto la música tradicional escocesa, como la música tradicional gallega, andaluza, vasca, etc, puede que no sean las más populares en sus países actualmente, pero estoy seguro de que nunca desaparecerán. Bob Dylan dijo que “hay verdad en las cosas que permanecen”, y él nunca ha hecho música tradicional judía, por ejemplo.

Tenéis previsto editar vuestro primer disco en otoño, ¿está ya cocinado del todo? 
Sí. Ha sido grabado y producido por las manos y el corazón de Luca Petricca en los estudios Reno, y masterizado por Angel Luján. Sólo nos queda hacerle un vestidito bonito.

¿Cuál es el gran enemigo de un disco de debut? ¿La ansiedad por completarlo? ¿El peligro de sobreproducirlo por querer meter miles de ideas?
Supongo que todo lo que dices. Hemos tenido mucha suerte en ese sentido y estamos muy contentos con lo que hemos grabado.

Cuando habláis de influencias citáis a Celine o Baudelaire… ¿siguen vigentes hoy en día? ¿Qué os identifica, por ejemplo, con el controvertido y atormentado Baudelaire?
Por mi parte Baudelaire representa a alguien decidido a ser verdadero sin importar lo difícil que pueda ser. Él nos recuerda lo que debemos ser como artistas y la necesidad de ser sinceros siempre estará ahí.

¿Creéis que vuestra música se parece de alguna manera al imaginario de esos poetas malditos? ¿O quizá¡ están más cerca de ellos bandas como Nick Cave & the Bad Seeds, la Velvet Underground, o incluso Leonard Cohen? Artistas más oscuros, más herméticos…
(Risas) Lo mejor es dejar que otros decidan. Como dirí­a Oscar Wilde: “Estamos en la alcantarilla pero mirando a las estrellas”.

¿Cómo funcionan las cosas en el seno de The Secret Family? ¿Ejerce Marcus Doo una dictadura con ciertos privilegios para los demás o es una democracia en toda regla?
Suelo llevar un esqueleto de canción a la sala de ensayos y ellos le ponen la carne. No podrían cobrar vida de ninguna otra forma. Somos una democracia.

Ahora os vais al FIB. ¿Qué os parecen estos macrofestivales? ¿no se llega a tener la sensación de que, a veces, lo que menos importa en eventos como Benicássim o Rock In Rio es la propia música?
Estamos muy contentos de tocar en Benicássim y todo lo que podemos hacer es ir allí­ y tocar nuestra música. Eso es lo más importante para nosotros. No podemos controlar ninguna otra cosa.

¿Cómo son los directos de “la familia secreta”? ¿Mucho intimismo o también os descocáis cuando se tercia?
Ambas cosas. En el escenario es donde realmente nos sentimos vivos y es donde podemos llegar a la gente de la forma más directa posible con las emociones que tenemos, sean delicadas o salvajes.